miércoles, septiembre 13, 2006

Los contratos que firmamos

Colaboración de la Rusa y el Negro, dedicado a los boludos que firmamos y aceptamos condiciones que nunca hemos leído.

Cada vez que abrimos una cuenta en alguna de esas oficinas supuestamente necesarias para existir o bajamos un programa de la computadora para estar actualizados, aceptamos o firmamos esos contratos cuyas cláusulas están escritas en esas páginas interminables que nunca leemos. ¿Qué sucederá el día que esa oficina o la computadora nos exija cierto desconocido cumplimiento de reglas que firmamos? Por ejemplo, usted antes de entrar en esta página debe ver y luego describir con todo detalle este strip-tease de Tita Merello, el perro (o la perra) Corbata y Víctor Sueyro, recién llegadito de la muerte... y hace clik en la ventana de aceptar sin haber leído. Al tiempo un aviso en la computadora: un correo desconocido en su mail, lo lee y dice que será acreedor de mucho dinero ( no importa que ahora, en este blog digamos cuánto, el dinero suficiento por el que cada uno que lea esto sienta que es su precio) si es capaz de recordar el color de la chabomba de la Merello cuando hizo click en aceptar ese programa. Inmediatamente pensamos "Yo no acepté nada" y nos acordamos que en la puta vida leemos esos contratos y solo, para no perder el tiempo el mouse corre a la ventana "aceptar" y acepta. Y nos decimos: ¡qué boudo soy, esa guita me salva la vida! ¡qué carajo hago! Ya aceptamos y lo tenemos a Víctor Sueyro como protector de pantalla, para siempre!!!
Está claro que vamos a seguir sin leer esas malditas palabras ¿cuáles son los riesgos que estamos dispuestos a correr?
a) Podemos haber firmado que aceptamos alojar a un refugiado de un país extraño, que si bien es simpático, se come todo lo que tiene a su alcance, incluyendo nuestros muebles, ropa y a nuestra mujer u hombre, argumentando cuestiones culturales, que para nuestras abiertas mentalidades occidentales son irrebatibles.
b) Firmamos que vamos a luchar de cuerpo presente en las diversas guerras humanitarias que en nombre de los fabricantes de armas son necesarias emprender para racionalizar la existencia o mejor dicho la inexistencia de algunos seres vivos feos, sucios y malos.
c) Aceptamos cumplir con todos los mandamientos, que hasta hace poco eran como diez, pero desde que Plutón ya no es Plutón, como que no estamos tan seguros de nada, ni siquiera de lo que firmamos, pero la verdad que firmamos. Será porque nos gusta como nos salió la firma. Al final de cuentas, como decía Sarmiento, cuando yo voy a la escuela, no importa ni que se cague la abuela.
Se suspende y publica este blog, por falta total de garantías. Y nosotros, como el Sargento Giménez en el vestuario de Gimnasia, nos vamos a casa a dormir, o a tomar mate con tortasfritas, ... si llueve, claro está.

1 Comments:

Blogger Nemesis said...

jajajajajaja! La famosa letra chica! En el laburo nos han hecho leer varias cláusulas de esos contratos (service agreement que le llaman) por las dudas que nos llamen reclamando algo y poder cubrirnos el culo porque bien se sabe que nadie las lee, por lo menos yo no. Algun día como bien decís me va a caer un camión de mudanzas a mi casa diciendome que yo acepté las condiciones de servicio de mi nueva cuenta de mail y eso incluía la expropiación de mis inmuebles, incluída mi computadora.

7:15 p.m.  

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