¡Aguante, Fidel, carajo!

Me equivoqué, debí poner "Aguante Cuba", "Aguante pueblo cubano", "Aguante la dignidad del mundo". En estos momentos en que Fidel Castro convalece de una enfermedad, el poder del mundo se restrega las manos y ya piensa que va a poder intervenir en Cuba, los gusanos de Miami y los que están deparramados por el mundo, porque les gustaba vivir en un prostíbulo, y ya no pudieron, hacen fietas y festejan una muerte prematuramente. ¡Cuánto se equivocan!, Fidel es un elemento importantísimo en Cuba, pero no es la Revolución Cubana, esa sí que no se muere; y cuidado con los que la quieran matar, se van a llevar una sorpresa que no tendrá parangón en el mundo. Cuidado los que quieran intentar doblegar a un pueblo que está convencido de lo que les costó sangre conseguir y que van a defender a muerte. Para aquellos que tengan memoria frágil, les sugiero recordar la historia de David y Goliat. Atención, porque este Goliat que representa la soberbia del mundo, tiene los pies de barro, de un barro tan débil que no puede dar un paso contra la dignidad cubana. Seguramente muchos esgrimirán el tan consabido argumento de que "Bueno, todo está muy bien, pero los cubanos no tienen libertad"; y si bien esa opinión apresurada es fácilmente rebatible, yo les preguntaría: ¿tener educación asegurada, contar con servicios de salud para todos, con alimentación asegurada, con cultura, CON DIGNIDAD no es una hermosa forma de tener libertad, de querer seguir viviendo en este mundo dominado por el arte de guerrear? Eso no es libertad seguramente para muchos. Si no tenemos eso, que es lo más elemental que puede tener y necesitar un ser humano, ¿para qué carajo queremos la libertad? ¿Para vivir en la ignorancia, en la desnutrición, en la enfermedad, en el yugo de los poderrosos que quieren transformar su patio trasero en un prostíbulo, y se llenan la boca con la palabra libertad, cuando le han puesto barrotes al mundo y mordazas a la gente? Algún día no muy lejano morirá Fidel, no es eterno. Cualquiera que lea esto no tendrá la oportunidad de ver la muerte de la Revolución Cubana. Ni lo duden. La dignidad de los cubanos no lo permitirá.